
Todo comenzó con la lectura de la novela
La balada del café triste, de la escritora norteamericana Carson Mc Cullers. Un libro de extrema musicalidad y poética que narra el nacimiento de un café en un melancólico pueblo sureño. ¿Qué es una balada? ¿Qué historias canta y cuenta una canción? ¿Qué encontramos en la poesía?, estas sugerencias de lectura y escritura, entre muchas otras, dieron origen a otras baladas, a otras canciones, a otras poesías. En ese clima se presentó en el Galpón de La Grieta el libro
Una balada al cielo, una compilación de historias y dibujos que realizaron los integrantes de los talleres de Plástica
Gato Imán, coordinado por Pablo David Sánchez, y el de Literatura
El paisaje nos devora, que dirigen Gabriela Pesclevy y Andrea Iriart Urruty. Pudieron leerse textos de los integrantes del taller literario, ver la proyección de los dibujos que ilustran el libro, presenciar una lectura de historias y poemas, y disfrutar de las románticas y alegres baladas que María Pagola, Pablo Sánchez y Valeria Alegrucci cantaron para la ocasión.
Escuchar una balada no es una acción común y corriente como girar un disco en un aparato, sino ir tras esa canción bajo otros efectos. (Nosotros la escuchamos, la vivimos). Ir tras esa lírica es una acción movilizante en la que los relatos se cruzan, se mezclan, y la búsqueda contiene preguntas que se remontan a las ceremonias más antiguas, a los deseos más urgentes.
(Andrea Iriart Urruty y Gabriela Pesclevy. Del prólogo del libro Una balada al cielo)
Texto: Jésica Delgado / Foto: Ana Negrete-Paula González Ceuninck
No hay comentarios:
Publicar un comentario